Trabajadores del sistema electrico ucraniano se acoplan a trabajar en medio de la guerra
Kiev – Sobre el chirrido de una motosierra podando arboles, Oleh Braharnyk recuerda como su equipo se puso en accion en Kiev, la capital de Ucrania, una semana antes para reparar los cables electricos derribados por misiles rusos y proveer electricidad a sus asediados compatriotas ucranianos.
Braharnyk, capataz en una empresa electrica, sabe lo que esta en riesgo: como muchas personas en Ucrania, su familia ha lidiado con apagones diarios causados por los ataques rusos.
“Nosotros tambien nos sentamos en la oscuridad”, afirmo, reconociendo que su casa solo tiene electricidad durante aproximadamente la mitad del dia.
En meses recientes, Rusia ha lanzado misiles sobre suelo ucraniano para intentar destruir equipos de redes electricas e instalaciones que mantienen las luces encendidas, los calentadores ambientales funcionando y las computadoras operando. Es parte de la estrategia de Moscu para paralizar la infraestructura del pais y llevar a la sumision a Ucrania durante este invierno.
El equipo de Braharnyk es uno de varios de la empresa electrica DTEK, que se mueve rapidamente en Kiev, ocasionalmente bajo ataques de artilleria y cohetes, para mantener a la ciudad en marcha. Sus colegas en otras partes de Ucrania hacen lo mismo.
Desde el presidente Volodymyr Zelensky hacia abajo, lideres ucranianos han advertido que los sistemas de gas, las cañerias y las estaciones energeticas se han convertido en el nuevo frente de guerra, conforme la invasion se acerca a cumplir los 10 meses.
Aproximadamente la mitad de la red de suministro energetico de Ucrania esta dañada tras los extensos ataques del 23 de noviembre, cuando DTEK declaro que “el sistema energetico fallo”.
Durante ese cañoneo, cerraron seis de las plantas de energia termica de la empresa y hasta 70% de los residentes de la capital ucraniana se quedaron sin electricidad. Las plantas volvieron a operar en cuestion de 24 horas, aunque los apagones afectaron a unos 30% de los residentes de Kiev durante ese dia, reduciendose a aproximadamente 20% en la noche, explico la vocera de DTEK, Antonina Antosha.
DTEK, que trabaja de cerca con la compañia energetica ucraniana NEC Ukrenergo, ha informado que las fuerzas rusas han atacado sus instalaciones 17 veces desde octubre, incluidas dos veces el lunes. La empresa reporto la muerte de mas de 106 empleados desde que Rusia invadio a Ucrania a finales de febrero, la gran mayoria de ellos miembros del ejercito, pero señalo que 14 murieron mientras estaban fuera de servicio o trabajando.
Tres empleados de la empresa energetica ucraniana murieron y 24 resultaron lesionados en la ultima semana, agrego DTEK.
El jueves, el equipo de Braharnyk tenia poco mas de que preocuparse que las temperaturas bajo cero y los montones de nieve mientras cortaban ramas cerca de los cables electricos elevados que alimentan electricidad a las casas y comercios en gran parte de la orilla izquierda del rio Dnieper, que atraviesa la capital.
Eso no disminuye su constante estado de alerta. Cuando los misiles comenzaron a caer a media tarde el 23 de noviembre, el equipo corrio a un sitio de emergencia no revelado, analizaron los daños y rapidamente determinaron que habia que hacer reparaciones en cuestion de horas. Una segunda brigada fue llamada para hacer el trabajo de reparacion.
“Tres o cuatro cables fueron cortados” y se necesitaban varias horas de trabajo para instalar nuevos, recordo Braharnyk.
Los equipos no pueden simplemente apresurarse para llegar al lugar. En teoria, aunque no siempre en la practica, se espera que los expertos en retiro de minas lleguen primero y garanticen que no hay peligro de explosivos sin estallar. Despues, equipos de limpieza —cuando son necesarios— quitan el escombro y fragmentos de cables derribados y destruccion por las explosiones para que los camiones y maquinaria pesada puedan pasar para hacer las reparaciones.
A la luz de la nueva estrategia rusa, “cuando escuchamos que se avecina un ataque de Rusia, ya sabemos que apuntaran a las fuentes de alimentacion o lineas electricas”, advirtio Braharnyk.
Los equipos de DTEK ahora permanecen cerca de su base operativa, listos para cargar sus cosas y desplegarse en cualquier momento. Los riesgos siguen siendo reales.
“Incluso ahora, no estamos realmente seguros porque nadie sabe si daran un doble golpe cuando nos despleguemos para reparar un sitio que acaban de atacar”, admitio.
La tension psicologica pesa mucho tambien.
“Lo mas dificil es… escuchar las explosiones y los ataques, sin saber que es exactamente: podrian ser misiles en nuestra direccion o equipos SWAT desminando campos para que otras brigadas puedan pasar”, afirmo Braharnyk.
Para las cuadrillas de la compañia electrica, se trata de hacer el trabajo, “sin importar lo que suceda a nuestro alrededor”, agrego. “Estamos aqui para arreglarlo”.